Seguramente que la imagen típica que se te viene a la mente cuando hablamos de…
Evitemos el uso de bolsas plásticas
Seguramente ya sabrás que el plástico contamina el planeta, ya que se acumula en cualquier rincón de este y tarda demasiado tiempo en empezar a degradarse, incluso algunos materiales plásticos pueden permanecer siglos casi intactos. Además, algunos como las bolsas de plástico dañan a la flora y la fauna de forma directa. Por ejemplo, la contaminación del agua por las bolsas de plástico provoca que miles de peces y otros animales como cetáceos, tortugas y aves mueran.
Hagamos números y seamos conscientes. Si un pedazo de plástico tarda entre 100 y 400 años en biodegradarse, ¿te imaginas la repercusión ambiental que se daría, si seguimos siendo un país que usa hasta 3 mil millones de bolsas de plástico, anualmente?
El problema con el plástico, además de estar elaborado de polietileno y otros elementos contaminantes, es que nosotros la hemos hecho parte nuestra vida cotidiana, de una manera innecesaria.
¿Por qué el impacto medioambiental de las bolsas de plástico es enorme?
Las bolsas de plástico consumen grandes cantidades de energía para su fabricación, están compuestas de sustancias derivadas del petróleo, que pueden tardar en degradarse más de medio siglo. Asimismo, las bolsas serigrafiadas pueden contener residuos metálicos tóxicos.
La gran mayoría acaba siendo desechada sin control, contaminando tanto las ciudades como los ecosistemas naturales. En el mar su impacto puede ser letal para animales como tortugas, ballenas o delfines, que mueren tras ingerirlas o enredarse en ellas. Por todo ello y más, el impacto medioambiental de las bolsas de plástico es mucho peor de lo que puede parecer en un principio.
¿Cómo reducir las bolsas de plástico y su impacto?
Estados Unidos y la Unión Europea consumen el 80% de la producción mundial, aunque su generalización en los países en vías de desarrollo está agravando el problema. En España, cada ciudadano consume en promedio al año 238 bolsas de plástico: más de 97.000 toneladas.
Por ello, algunos países están planteando diversas medidas para reducir el uso de bolsas de plástico. Una posible solución es sustituir el material de estas bolsas por otros materiales totalmente biodegradables. En España, el Ministerio de Medio Ambiente pretende en pocos años que el 70% de las bolsas posean dicha propiedad. En Francia, una Ley de 2005 sobre Política Agraria dispone que en 2010 todas las bolsas de plástico debieran ser biodegradables. Asimismo, las campañas de sensibilización en este país han conseguido que se reduzca en un 20% la utilización de las bolsas convencionales.
Recordemos que el Congreso aprobó el pasado 5 de diciembre el proyecto de ley orientado a regular y disminuir el consumo de plástico de un solo uso. Con ello, se busca prohibir el uso de bolsas y cañitas, además de promover una cultura de reciclaje.
A pesar de ello, más allá de políticas, también es necesario que todos nos involucremos con el tema desde nuestras propias acciones:
- Evita el uso de plástico y tecnopor, sobre todo para el traslado de alimentos en restaurantes y supermercados.
- Rechaza completamente el uso de cañitas y cualquier objeto de plástico menor a 30 cm.
- Cuando ingerimos bebidas, no pidamos cañitas. Es casi un crimen utilizar algo que tendrá una vida de 20 minutos para nosotros, pero que contaminará por años el ambiente.
- Puedes utilizar bolsas biodegradables, pero de manera muy consciente. No pidas bolsas adicionales en el mercado.
- Cambia las bolsas de plástico por las de tela y papel. Puedes confeccionarlas de reciclaje.
- Lleva siempre contigo una bolsa bien doblada para usarla cuando sea necesario. No ocupan nada de espacio. Así, cuando tengas que hacer alguna compra inesperada o tengas que transportar algo, ya tendrás una bolsa a la mano.
- Escoge productos empaquetados en vidrio, cartón o acero inoxidable.
Recuerda que el desarrollo sostenible dependerá solamente de nuestras acciones. Tomemos conciencia y seamos parte de la solución.
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