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Conservar Mejor Alimentos

¿Cómo podemos conservar mejor nuestros alimentos?

¿Quieres saber cómo conservar los alimentos en buen estado? En el post de hoy te enseñaré algunas técnicas que puedes seguir para que tus alimentos duren por más tiempo en buen estado. Siguiendo estos consejos verás cuánto mejor estarán los alimentos en tu cocina.

Muchas personas creen que los alimentos se conservan por un corto período de tiempo. Si bien esto es cierto para algunos alimentos, la mayoría puede conservarse por un período más extendido del que realmente nosotros creemos. Sin embargo, el mal almacenamiento de los alimentos provoca que se echen a perder antes de tiempo.

Existen muchas maneras de preservar los alimentos, aunque muchos de nosotros solo estamos familiarizados con la refrigeración o el congelamiento. Para aprovechar realmente las maneras innumerables que los seres humanos han desarrollado para conservar los alimentos, puedes explorar varios procesos de secado, envasado y fermentación que son adecuados para las frutas, verduras y carnes. La mayoría de ellos se pueden realizar en casa con pocos aparatos de cocina.

Refrigerar y congelar los alimentos

Almacenar alimentos en la nevera es una de las mejores formas de evitar que éstos se echen a perder, pues el frío ayuda a que los elementos degradantes de los alimentos actúen hasta diez veces más lento que lo harían a temperatura ambiente. Además, mantener los alimentos fríos evita que se formen bacterias. Este es el método con el que estamos familiarizados y que hemos usado casi toda nuestra vida. La refrigeración es buena para los alimentos que se comen en poco tiempo: por lo general, entre 3 y 5 días para las carnes, frutas y verduras; más o menos 1 semana para los productos lácteos; y meses para los condimentos. Si no estás seguro si los alimentos todavía están buenos, será preferible que no te arriesgues a comértelos.

  • De preferencia guarda tus alimentos en recipientes herméticos

Intenta guardar todos los alimentos en contenedores herméticos para preservarlos en su mejor estado por más tiempo. Me refiero específicamente a las sobras y otros alimentos que no se han envasado en la tienda. De esta manera, mantendrán su frescura en la refrigeradora. Guarda las carnes en los envases en los que vinieron de la tienda hasta que las uses.

¡OJO! Es importante que tengas en cuenta que:

  • No guardes las frutas con las verduras, ya que las frutas pueden emanar altos niveles de etileno, el cual hace que las frutas y verduras maduren. Las frutas de hueso (melocotones, ciruelas, paltas, etc.) deben madurar en el mostrador, pero las bayas y las frutas cítricas se deben refrigerar.
  • En cuanto a las verduras, sácales cualquier lazo o liga de goma antes de refrigerarlas. Envasa las verduras de manera suelta en la refrigeradora, ya que es mejor no dejar que se toquen
  • Ordena tu refrigeradora

La parte superior de la refrigeradora tiene la temperatura más constante y es más adecuada para las sobras y otros alimentos que no necesitan cocinar. La puerta es la parte más caliente de la refrigeradora y es mejor para las bebidas y los condimentos. Las frutas y verduras se guardan mejor en los cajones que están en la parte inferior, donde puedes separar las frutas de las verduras y mantenerlas frías y húmedas. Los anaqueles del fondo son los más fríos y son mejores para la carne roja y los huevos.

  • Congela los alimentos para guardarlos a largo plazo.

No llenes a tope tu refrigeradora de alimentos, ya que debes dejar que el aire frío circule entre todos sus elementos para que funcionen adecuadamente. Congelar los alimentos puede hacerlos durar mucho más tiempo, a veces desde 6 meses a 1 año. La temperatura de refrigeración doméstica recomendada es de 0°-8°C y la temperatura industrial es de 0°-5°C.

  • Envasa los alimentos de forma apropiada para congelarlos.

Aunque te veas tentado a tirar los alimentos en las bolsas de congeladora, el envasado al vacío es de lejos la mejor opción. Es un método de conservación que consiste en la extracción del aire que rodea al alimento. Para ello se introduce en bolsas de plástico adecuadas y se extrae la mayor cantidad de aire posible.

Si no tienes una selladora de vacío, al menos saca la mayor cantidad de aire posible de las bolsas antes de sellarlas. Etiqueta todo lo que esté en tu refrigeradora con los contenidos y la fecha con un resaltador y una cinta adhesiva adecuada para la refrigeradora (estará marcada de una forma especial).

  • No congeles los recipientes de vidrio.
  • No llenes los recipientes por completo con las sobras antes de congelarlas, sino se expandirán.
  • No pongas alimentos calientes en la congeladora. Debes dejar que se enfríen primero para que la congeladora no tenga que trabajar tanto ni aumentar la temperatura de todo el aparato.
  • No debes descongelar y volver a congelar los alimentos. Empezarán a degradarse en poco tiempo.
  • Deshidrata los alimentos.

Al deshidratarlos, se quitan todos los líquidos. Una vez que estén completamente deshidratados, es muy difícil que se formen bacterias. Así tendrás alimentos que pueden durar semanas o meses sin refrigerar. El contenido de los alimentos, incluidos el contenido de fibras y calorías, permanece igual con la deshidratación (excepto por la pérdida de vitamina C en algunos alimentos por su disolución). Con un deshidratador de alimentos, de venta en algunos supermercados y en muchos lugares en línea, puedes conservar frutas, verduras y carnes.

Si no quieres comprar un deshidratador, también puedes conseguir el mismo efecto con un horno de baja temperatura. Usa el horno con la menor temperatura posible, coloca los alimentos en una sartén antiadherente y usa un abanico pequeño para mantener la circulación del aire e impedir la acumulación de humedad. Este proceso saca todo el líquido de los alimentos, conservándolos en una forma nueva y más resistente.

Cuando ya estén deshidratados, puedes guardarlos sin refrigerar por semanas. La deshidratación es muy buena para los viajes de mochileros u otros momentos en los que hay que transportar comida.

  • Prepara carne ahumada

El ahumado de las carnes ha servido para conservar la comida por miles de años. Los tipos de madera para el fuego y las especias que se ponen en la carne pueden crear varios sabores deliciosos en la carne. Hay dos tipos de ahumado: caliente y frío. Las diferencias son las siguientes:

  • Cuando se ahúma la carne con el método caliente, se cocina a una baja temperatura (65 °C o 150 °F a más) por mucho tiempo.
  • Por otro lado, el método frío se usa a menos de 38 °C (100 °F) y no tiene el fin de cocinar toda la carne, sino más bien de sellarla lo suficiente para que las bacterias no se puedan desarrollar. Este método funciona muy bien si planeas cocinar la carne en algún otro momento en el futuro.

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